Ana Rosario Grisales Tamayo
Actriz y Gestora Cultural
Ana Rosario Grisales T. es cofundadora de la compañía El Teatro Vive, proyecto artístico y cultural que nació en 1992 y que desde entonces se ha consolidado como una de las experiencias teatrales más importantes de Palmira y del Valle del Cauca. Su trayectoria se ha caracterizado por un profundo compromiso con el arte escénico y con la dimensión social del teatro, asumiendo diversos roles que van desde la actuación, el diseño de vestuario, la formación artística y la gestión cultural, hasta la coordinación de festivales que han dejado huella en la región y el país.
Como actriz ha participado en más de treinta obras de teatro durante los 33 años de vida de la compañía, interpretando personajes memorables en montajes como La búsqueda, Todos somos putas, La puerta, La mujer que llegaba a las seis y La versión de los duendes, entre muchas otras, en las que además aportó su creatividad en el diseño de vestuario y el cuidado estético de la escena. Su versatilidad la ha llevado a transitar entre la actuación, la creación plástica y la dirección escénica, consolidándose como una figura esencial en la construcción del lenguaje artístico de El Teatro Vive.
Su labor no se limita a los escenarios. Ana Rosario Grisales ha liderado procesos de formación teatral en comunidades urbanas y rurales, trabajando con niños, jóvenes y adultos, víctimas del conflicto armado y poblaciones vulnerables, convencida de que el teatro es una herramienta de transformación social y un camino para la memoria y la paz. Desde este espíritu ha coordinado, junto a Luis Eduardo Jiménez, el Festival Nacional de Teatro Popular “Teatro y Realidad Social”, un espacio de encuentro que ha convocado a artistas locales, nacionales e internacionales en torno a la creación, el diálogo y la resistencia cultural.
A lo largo de estas tres décadas, Ana Rosario Grisales se ha consolidado como actriz, gestora cultural y educadora, impulsando la permanencia de un proyecto artístico que ha sabido combinar la estética teatral con la denuncia social y la esperanza colectiva. Su hoja de vida artística es, ante todo, la historia de una mujer que ha entregado su sensibilidad y su fuerza al teatro como un acto de vida y de compromiso con la comunidad. En cada escenario, en cada festival, en cada taller, late su voz y su mirada, recordándonos que el teatro no solo se hace para ser visto, sino para transformar, abrazar y sembrar futuro.